«Una Isla Mágica»
Para Llegar a La Isla Isabela viajé por dos horas y media desde Puerto Ayora en la Isla de Santa Cruz, hasta Puerto Villamil, pueblecito de Isabela y donde se encuentra el puerto de atraque.
La Isla Isabela es la cuarta isla que visité y la más grande en superficie de todas las Galápagos, pero poco poblada, a penas 2.000 habitantes, que viven en su 99% en Puerto Villamil.
Isabela es belleza por donde mires, volcanes y arrecifes de ensueño, como Los Túneles, formaciones volcánicas en el mar, que crearon un arrecife donde hacer snorkel y disfrutar de tanta vida, tortugas verdes, rayas águilas, tintoreras, caballitos de mar, pingüinos de Galápagos, colores increíbles bajo el agua y fuera, la hermosura de los piqueros patas azules criando en sus nidos los pollos nacidos en la temporada. No se puede pedir más.
También subí hasta el volcán Sierra Negra, para encontrarme con una de las calderas más grandes del mundo, con 10 km de diámetro, impresionante, a 1124 metros de altitud, uno de los volcanes más activos de Galápagos que registró su última erupción poco después de mi paso por las Islas Encantadas.
También llegué caminando hasta el volcán Chico, conjunto de pequeños cráteres y chimeneas que muestran un paisaje volcánico sorprendente, y los colores de la roca fundida.
Me enamoré de esta isla, Isabela, busqué días de tranquilidad y eso fue lo que encontré, atardeceres hermosos, sentarme sin prisa a ver la puesta del sol en el mar, pasear por los manglares y por la playa, recorrer el camino hasta el muro de las lágrimas, un recuerdo triste, ya que esta isla fue una prisión.
Me adentré en cada rincón, el estero, la playa chica, la del amor, el túnel de lava, Concha Perla donde pude hacer snorkel, y volver a Puerto Villamil, el pueblecito donde viví, para sentarme con una cerveza viendo el día terminar, el mar, y la paz de un lugar mágico, así fue mi despedida de una Isla maravillosa que conserva la esencia del encanto del Galápagos de antaño.
Tiempo para pensar y relajarme en contacto con la naturaleza más pura de Galápagos. Octubre 2016.
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